Información General

La harina de avena es muy rica en hidratos de carbono. Los hidratos de carbono se absorben muy lentamente por el organismo y estos disminuyen la sensación de hambre durante largo tiempo frente a otros alimentos. Por eso es recomendada esta harina en casos de obesidad o regímenes de adelgazamiento.
Contiene dos clases de fibra, soluble e insoluble. La fibra soluble retarda la digestión y la absorción de nutrientes desde el estómago y el intestino dificultando así la absorción de colesterol y la insoluble que facilita el tránsito intestinal. En ella también encontramos ácidos grasos Omega-6, los cuales combaten el colesterol y los triglicéridos, favoreciendo así una circulación sanguínea más fluida y evitando enfermedades cardiovasculares.
Es muy común la elaboración de gachas, como el porridge o el porage escocés, aunque es más habitual hacerlo con los copos de avena para su consumo en el desayuno. También se elaboran sopas y cremas con la harina de avena, galletas, bizcochos magdalenas y se añade a panes hechos de varios cereales (deben contener glúten, si deseamos una masa esponjosa, ya que la harina de avena no sube).

Beneficios para la salud por comer Harina de avena

La harina de avena, como su nombre indica, viene de la molida de los granos de avena, uno de los cereales más completos en cuanto a contenido de grasas insaturadas, vitaminas y minerales. Es por ello altamente recomendado para los estados de anemia o regímenes de adelgazamiento, pero también para evitar enfermedades cardiovasculares, combatir la caída del cabello, enfermedades inflamatorias, diabetes, problemas de piel y desequilibrios hormonales en la mujer. Gracias a su alto contenido en aminoácidos ayuda a combatir enfermedades como la leucina, isoleucina y treonina (muy importantes estos en periodos de crecimiento infantil), es altamente recomendable incluir la avena en las dietas de los más pequeños.

Composición nutricional por 100 grs.