Las fiestas están para disfrutar de buena compañía, buen ambiente y, por supuesto, de buena comida. Todos hemos pasado tiempo con nuestra familia y amigos, hemos hecho y recibido regalos, y hemos comido un montón de deliciosa comida festiva sin preocuparnos demasiado por las calorías, los carbohidratos o las grasas. Pero ahora que las fiestas han llegado a su fin es tiempo de volver a la rutina saludable y cumplir con el propósito de comer vegano y saludable. Te contamos algunos trucos fáciles para conseguir este objetivo y comenzar el año nuevo con mucha energía y un cuerpo sano.
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Hidrátate
La mayoría de la gente cree que tiene hambre o cansancio cuando, en realidad, sólo está deshidratada y sedienta. La deshidratación es el simple hecho de falta de agua en el cuerpo que se produce cuando el cuerpo recibe menores cantidades de ella de las que elimina. Ya que el cuerpo humano está compuesto principalmente por el agua, cuando se produce la deshidratación se seca literalmente, las células no funcionan como lo harían normalmente y, por tanto, puedes surgir algunos efectos secundarios negativos como resultado (estreñimiento, sequedad de boca y piel, fatiga y somnolencia, dolor de cabeza, confusión y mareos, problemas de tensión, etc.). Comienza tu día con un gran vaso de agua y si es posible bebe un poco cada hora. Trata de comer frutas, verduras y alimentos ricos en agua, como sopas, batidos, ensaladas, etc. No sustituyas el agua por otras bebidas altas en cafeína, sodio y azúcar, porque el cuerpo no puede recibir la hidratación necesaria de ellas como lo hace de agua fresca. Si no te gusta el agua añade unas gotas el limón para darle un poco de sabor y obtener un extra de vitamina C. Y olvídate de tomar ocho vasos de agua al día - todos tenemos diferentes necesidades dependiendo del peso y tamaño corporal, niveles de energía y de actividad.
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Un desayuno vegetal completo
El desayuno es la comida más fácil de veganizar porque hay una multitud de opciones disponibles. Al elegir un desayuno vegetal comenzarás tu día con alimentos vivos que te proporcionarán vitaminas, minerales, nutrientes y energía suficiente para afrontar el día. Los alimentos perfectos para incluir en tus desayunos diarios son avena, semillas de chía, quinoa, granola casera con un poco de yogur vegetal, un batido verde, fruta fresca, frutos secos y semillas.
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Menos azúcar, aceite y sal
El azúcar, el aceite y la sal son los tres alimentos que roban tu energía, salud e interfieren en el control de peso.
No se trata de los azúcares naturales procedentes de alimentos de origen vegetal, como frutas, legumbres, verduras, granos, nueces y semillas, sino de los azúcares añadidos y procesados, los azúcares refinados como el azúcar blanco y moreno, el jarabe de maíz, dextrosa y otros. Estos azúcares envejecen tu organismo, cambian tus antojos alimenticios, promueven el aumento de peso y alteran los niveles de azúcar en la sangre. Sustituye estas fuentes de azúcar por otros alimentos integrales, como fruta y verdura frescos, cereales integrales, como trigo integral, arroz integral y salvaje, avena integral, quinoa, cebada, etc, legumbres y frutos secos y semillas crudos.
En cuanto a las grasas, procura obtenerlas de alimentos integrales, como aguacates, aceitunas, coco y frutos secos y semillas, en lugar de tomar aceites que han sido refinados, procesados, y en general carecen de la nutrientes. Un alto consumo de los aceites refinados también repercute en el aumento de peso.
El sodio es otro ingrediente que debes evitar en exceso para prevenir la tensión arterial alta, los antojos de alimentos, y retenciones de líquidos y, por tanto, el aumento de peso. El sodio se encuentra naturalmente en todos los alimentos en mayor o menor medida y la condimentación adicional de la comida no es necesaria y puede ser sustituida por las hierbas y aromatizantes naturales. Además, muchos condimentos vegetales, como mostaza y tamari, junto con chucrut y encurtidos, todos tienen altos niveles de sodio, por lo que no hay realmente ninguna necesidad de añadir más sal a tus platos.
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Limpia tu cocina
Una de las peores cosas con las que debes tratar después de las fiestas es toda la comida que ha sobrado. Simplemente se queda en las neveras y los armarios tentando y haciendo más difícil comer bien. La solución es sencilla – regala todos los turrones, galletas, chocolate y otras delicias a un vecino, un familiar o amigo a quien podría gustarle. Una cocina limpia de tentaciones conduce a un estilo de vida sano.
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Vete de compras
Ahora que tu cocina está limpia y vacía, es hora de ir de compras y llenar tu casa de alimentos saludables. Llena tu cocina con productos frescos, verduras congeladas para preparar comidas rápidas; cereales integrales como la avena y quinoa, garbanzos, lentejas y otros granos y legumbres que son fáciles de preparar y le dan un gran sabor a cualquier plato; frutos secos crudos como las almendras, nueces, pistachos y anacardos para los picoteos; yogures y leches vegetales sin azúcares añadidos. Agrega un poco de proteína de origen vegetal a tus batidos junto con fruta y frutos rojos congelados, también añade a tu dieta las mezclas de superalimentos y grasas saludables, fibra y omega 3 provenientes de semillas de lino, cáñamo, calabaza y semillas de chía.
Siguiendo estos 5 consejos básicos volverás a la rutina sana con más facilidad. Sin embargo, no te olvides de la importancia del descanso y del sueño y de realizar el ejercicio físico diariamente que, aparte de ayudar a bajar los kilos que has cogido durante de las fiestas, ayudará a mejorar tu estado de ánimo y mantener la mente despejada.