De todas las enfermedades el cáncer es una de las más temidas. Es una enfermedad que comienza como una sola celula que posteriormente se multiplica sin control. Grupos de dichas células forman tumores e invaden el tejido sano, a menudo extendiéndose a otras partes del cuerpo. Los carcinógenos son sustancias que promueven el desarrollo de las células cancerosas y pueden provenir de los alimentos, desde el aire o incluso formarse dentro del cuerpo. La mayoría de los carcinógenos se neutralizan antes de que puedan causar algún daño, pero a veces atacan el material genético de la célula y lo alteran.
El cáncer es una enfermedad complicada y seria; sin embargo, la mayoría de las personas no son conscientes de que pueden reducir notablemente el riesgo de desarrollarla. Según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, el 80% de todos los cánceres se deben a los factores identificados y, por tanto, son potencialmente evitables. Si en tu familia hay antecedentes de esta enfermedad o actualmente estás luchando contra ella, los factores como el estilo de vida y la dieta pueden hacer una gran diferencia para ayudar a combatirla, ya que se ha demostrado que entre 35 y 50% de todos los cánceres se deben a la mala alimentación.
Algunos alimentos incrementan el riesgo del cáncer, mientras que otros ayudan a mantener el cuerpo sano y fortalecer el sistema inmunológico. Comer saludablemente e incluir los alimentos anticáncer en tu dieta te ayudará a proteger tu salud, sentirte mejor y aumentar las defensas para luchar no solo contra el cáncer, sino también contra otras enfermedades.
El vínculo entre el cáncer y la dieta
No todos las enfermedades se pueden evitar, pero puedes llegar a tener más control sobre tu salud de lo que piensas. Las investigaciones muestran que un gran porcentaje de las muertes relacionadas con el cáncer están directamente relacionados con el estilo de vida, tales como fumar, consumir alcohol, falta de ejercicio y una dieta poco saludable. Evitar los cigarrillos, limitar el alcohol, mantener un peso saludable y hacer ejercicio de forma regular son un gran comienzo para la prevención del cáncer. Sin embargo, mantener los hábitos alimenticios saludables es esencial, ya que todo lo que comes tiene un poderoso efecto en tu salud, así aumentando o disminuyendo el riesgo de cáncer.
Según las investigaciones recientes, una porción diaria de carne roja procesada aumenta el riesgo de cáncer de colon en un 21%, mientras que consumir alimentos, como tofu o algunas legumbres puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama. Cada 35 gramos de proteína láctea que consumes cada día puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata en un 32%, mientras que comer más frutas y verduras puede reducir notablemente el riesgo de varios tipos de cáncer. Haciendo pequeños cambios en la dieta, puedes reducir el riesgo de esta enfermedad y posiblemente incluso detener su desarrollo en etapas iniciales.
OGM, pesticidas y riesgo de cáncer
Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) son organismos, plantas o animales, cuyo material genético ha sido alterado usando técnicas de ingeniería genética con el fin de ser más resistentes a las pesticidas, herbicidas y plagas. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que no se han observado daños al medio ambiente ni a la salud humana en ninguna parte del mundo. De hecho, la reducción en el uso de pesticidas y herbicidas que conlleva el uso de transgénicos se ha traducido en beneficios medioambientales y para la salud de los trabajadores del campo. Sin embargo, muchos defensores de la seguridad alimentaria señalan que estos productos fueron sometidos a pruebas sólo a corto plazo que no han sido suficientes para determinar sus posibles efectos sobre los seres humanos.
Algunos estudios en animales han indicado que el consumo de OGM puede causar ciertos tipos de cáncer. Como la mayoría de los transgénicos están diseñados para la tolerancia a los herbicidas, el uso de herbicidas tóxicos como el Roundup (glifosato) ha aumentado considerablemente desde que se introdujeron los OGM. Algunos estudios han indicado que el uso de plaguicidas, incluso a dosis bajas puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como la leucemia, linfomas, tumores cerebrales, cáncer de mama y el cáncer de próstata. Sin embargo, la investigación sobre la relación entre los transgénicos, pesticidas, y el cáncer no son concluyentes.
Si tienes dudas acerca de los OGM y pesticidas y quieres evitar su consumo, procura comprar alimentos orgánicos o de agricultores locales. En la mayoría de los países los cultivos orgánicos no contienen OGM. Productos cultivados localmente es menos probable que hayan sido tratados con productos químicos para evitar su deterioro.
Frutas y verduras que combaten el cáncer
Las frutas y verduras tienen poca grasa y mucha fibra y nutrientes que combaten el cáncer. Estos tres elementos trabajan juntos para apoyar su sistema inmunológico y ayudar a su cuerpo a combatir el cáncer. Actualmente, la mayoría de las personas no llegan a consumir la cantidad diaria recomendada de cinco porciones de frutas y verduras. De hecho, la mayoría de nosotros tenemos que duplicar la cantidad que comemos actualmente para mantenerse saludable y ayudar a prevenir o combatir el cáncer.
Si bien, no existe ningún alimento milagroso que puede prevenir o combatir el cáncer, sino una dieta equilibrada basada en una gran variedad de verduras, frutas, soja, nueces, granos enteros y legumbres que puede ayudar a reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer. Alimentos de origen vegetal son ricos en nutrientes que estimulan el sistema inmunológico y ayudan a proteger contra las células cancerosas. Frutas y verduras son las mejores fuentes de antioxidantes como el beta-caroteno, vitamina C, vitamina E y selenio. Estas poderosas vitaminas pueden proteger contra el cáncer y ayudar a las células del cuerpo a funcionar de manera óptima. Las frutas y verduras producen agentes bloqueadores naturales que ayudan a neutralizar los agentes carcinógenos. Los cinco bloqueadores principales son fenoles, indoles, flavonas, cumines e isotiocianatos. Estos agentes neutralizantes impiden que los carcinógenos alcancen las células sanas.
También hay pruebas de que los alimentos de origen vegetal pueden ser eficaces en la prevención de cánceres específicos. Por ejemplo:
- Las dietas ricas en frutas pueden reducir el riesgo de cáncer de pulmón y estómago.
- Brócoli, col, coles de Bruselas, las hojas de mostaza y coliflor contienen tres bioquímicos protectores contra el cáncer: sulforafano, que aumenta la inmunidad y bloquea las enzimas que atraen los carcinógenos a las células sanas; compuestos que previenen la formación de nitrosaminas cancerígenas en los intestinos; y indoles, que reducen el riesgo de cáncer de mama. Los investigadores estiman que comer estas verduras en mucha cantidad podrían reducir el riesgo de cáncer de mama y de colon en un 40%.
- Comer vegetales verdes y amarillos oscuros o naranjas que contienen carotenoides (betacaroteno), como las zanahorias, coles de Bruselas, calabaza, etc., pueden reducir el riesgo de cáncer de pulmón, boca, faringe, laringe, la vejiga, esófago, mama y otros.
- Las dietas ricas en verduras sin almidón, como el brócoli, espinacas y legumbres pueden ayudar a proteger contra el cáncer de esófago y estómago.
- Comer naranjas, fresas, guisantes, pimientos, verduras de hojas verdes y otros alimentos ricos en vitamina C también puede proteger contra el cáncer de esófago y estomago. La vitamina C actúa como un antioxidante, neutralizando los productos químicos que causan cáncer que se forman en el cuerpo. También bloquea la conversión de nitratos en las nitrosaminas causantes de cáncer de estómago.
- El selenio (hay que tener cuidado, porque es tóxico en dosis grandes) se encuentra en los granos enteros y tiene los mismos efectos antioxidantes que la vitamina C y betacaroteno. La vitamina E también tiene este efecto.
- Los alimentos ricos en licopeno, como el tomate, guayaba y la sandía pueden disminuir el riesgo de cáncer de próstata.
Antioxidantes
Una dieta rica en antioxidantes pueden reducir el riesgo de cáncer. Los principales antioxidantes que ayudan a combatir el cáncer son el betacaroteno, la vitamina C y la vitamina E. EL consumo de estos antioxidantes es muy relevante, ya que protegen la membrana de las células intestinales, previenen reacciones de radicales libres que pueden convertir el contenido del intestino en cancerígeno y evitan el metabolismo defectuoso en la célula que puede crear una predisposición de la célula para convertirse en cancerígena.
- El betacaroteno estimula el sistema inmunológico y neutraliza la proteína llamada factor de necrosis tumoral que interviene en la inflamación. La dosis recomendada de betacaroteno para la prevención del cáncer es entre 15 y 25 mg al día. Las mejores fuentes de betacaroteno son la batata (12 mg por unidad), la zanahoria (4,4mg por unidad), el melón, calabazas y calabacines (2,4 mg por ½ taza), las espinacas, melón, el brócoli, el mango, la papaya, etc. Para la mayor absorción de betacaroteno se debe consumir con alimento sque contienen licopeno, por ejemplo, los tomates (los efectos son mucho mayores cuando los tomates se han cocinado y se preparan, por ejemplo, en salsas, que cuando se comen crudos).
- La vitamina C bloquea los la formación de nitrosaminas en el intestino que se consideran potentes carcinógenos, producidos de nitratos y nitritos encontrados en los alimentos, especialmente en carnes procesadas. La vitamina C también estimula el sistema inmune aumentando la producción de linfocitos. Las mejores fuentes de vitamina C son las frutas y verduras frescas, la dosis recomendada es entre 1.000 y 2.000 miligramos al día.
- Las propiedades anticáncer de la vitamina E son similares a los de la vitamina C. La dosis recomendada es entre 200 y 400 UI al día, que es casi imposible obtener de los alimentos.
Cómo consumir más fruta y verdura
Hay muchas formas de agregar alimentos de origen vegetal a tu dieta. Tienes que tener en cuenta que al menos dos tercios de tu plato debe consistir en granos enteros, verduras, legumbres y frutas, que es muy sencillo de cumplir siendo vegetariano o vegano. Es importante incrementar el consumo de alimentos integrales y reducir la cantidad de alimentos procesados, por ejemplo, sustituir un vaso de zumo de fruta procesado por una pieza de fruta o unas galletas de avena o barrita de cereales por un tazón de avena con frutos secos. A continuación, mostraremos un ejemplo de comidas diarias anticancer.
- Desayuno: Cereales integrales sin azúcar o avena integral con fruta y semillas o frutos secos.
- Almuerzo: Una ensalada grande de verdura y hojas verdes con legumbres favoritas con no más de una cucharada de aceite vegetal; o sándwich de pan integral de tofu y verdura (al menos lechuga y tomate). Siempre procura pedir una guarnición de verdura sin almidón en tus comidas (zanahorias, champiñones, espinacas, judías verdes, maíz, etc. salteados o al horno).
- Merienda y snacks: Fruta fresca, verdura cruda (zanahorias, apio, pepino, pimiento, etc.) con hummus, mezcla de frutos secos y semillas, etc.
- Cena: Pasta o arroz con verdura favorita o salsa de tomate; patatas con verduras (brócoli, coliflor, zanahora, etc) al horno; verduras salteadas con tofu o seitán, etc.
- Postre: Fruta o, si eres más goloso, una onza de chocolate negro.
Consume más fibra
Otro beneficio de alimentos de origen vegetal es que al consumirlos también aumentas el consumo de fibra. Una dieta alta en fibra reduce las enfermedades del tracto digestivo y es muy importante para mantenerlo saludable y limpio, ayuda a mover los alimentos a través del tracto digestivo a la vez moviendo y eliminando los compuestos causantes de cáncer.
Las investigaciones realizadas hace 50 años han demostrado que en los países no industrializados, donde la carne es escasa y los alimentos vegetales abundan en el menú, es decir, donde se llevan las dietas con alto contenido en fibra, hubo menos casos de cáncer de colon. En cambio, los países industrializados, sobre todo, los Estados Unidos, cuya dieta se basa en productos de origen animal que no contienen fibra las tasas de cáncer de colon son mucho más altas. Por tanto, llevar una dieta alta en fibra puede ayudar a prevenir el cáncer de colon y recto y otros cánceres comunes del sistema digestivo, como cáncer de estómago, boca y faringe.
La fibra es la parte de los alimentos que no puede ser digerida por los seres humanos y ayuda a llevar los alimentos más rápido a través del sistema digestivo ayudando a eliminar los carcinógenos. Aparte, la fibra interactúa con los ácidos biliares que se secretan en el intestino y ayuda a eliminarlos, ya que debido a algunas bacterias estos ácidos pueden convertirse en productos químicos que promueven el cáncer de colon.
La dieta alta en fibra también es indicada para prevenir el cáncer de mama. Los estudios han demostrado que la fibra afecta a los niveles de estrógenos en el cuerpo. Los estrógenos son unas hormonas que se producen en el intestino, donde la fibra se une a ellos y los elimina del organismo. Sin la cantidad de fibra adecuada los estrógenos pueden ser reabsorbidos desde el intestino al torrente sanguíneo. Los altos niveles de estrógeno están vinculados a un mayor riesgo de cáncer de mama.
Las mejores fuentes de fibra son los granos enteros, legumbres, verduras y frutas y se recomienda consumir de 30 a 40 gramos de fibra diariamente. En general, cuanto más natural y menos procesada sea la comida, más alto es su contenido en fibra. No hay fibra en carne, productos lácteos, azúcar o alimentos blancos como el pan blanco, arroz blanco y bollería, por tanto, debes reducir considerablemente su consumo.
Cómo consumir más fibra
- Usa arroz y pasta integrales en lugar de blancos
- Sustituye el pan blanco por el pan integral
- Sustituye las patatas fritas de bolsa por palomitas caseras, es mucho más sano y, además, puedes saborizarlas a tu gusto.
- Come fruta fresca, como peras, plátanos o manzanas (con la piel)
- Añade legumbres en tus ensaladas, guisos, sopas salteados, hamburguesas, etc.
- Bebe mucha agua. La fibra absorbe el agua, entonces cuanto más fibra consumes, más líquidos debes tomar. El agua es también esencial para la lucha contra el cáncer. Estimula el sistema inmunológico, elimina los desechos y toxinas, y transporta nutrientes a todos los órganos.
Alimentos con alto contenido de fibra |
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Cereales integrales
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Pasta de trigo integral, salvado, cebada, avena, panecillos de salvado de avena, palomitas de maíz, arroz integral o pan integral |
Fruta |
Frambuesas, manzanas, peras, fresas, plátanos, moras, arándanos, mango, albaricoques, cítricos, frutos secos, ciruelas pasas, pasas de uva, etc. |
Legumbres |
Lentejas, judías negras, guisantes, habas, alubias blancas, judías, pinto, garbanzos, etc. |
Verdura |
Brócoli, espinacas, verduras de hoja verde oscuro, guisantes, alcachofas, maíz, zanahorias, tomates, coles de Bruselas. |
Consumir mucha fruta y verdura y alimentos ricos en fibra es esencial en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, existen otros factores que pueden ayudar a combatir esta enfermedad, por ejemplo, reducir el consumo de carne y sus derivados, optar por las grasas saludables, obtener suficiente cantidad de calcio con los alimentos, evitar los componenetes cancerígenos y, por supuesto, evitar el consumo de alcohol y tabaco y practicar algún tipo de deporte o ejercicio todos los días. Sobre todos estos factores hablaremos en el siguiente artículo Alimentación anticancer (parte II).