“La belleza seduce a la carne con el fin de obtener permiso para llegar hasta el alma”. La autoría de esta frase pertenece a la filósofa francesa Simone Weil. Que conste que en Vegaffinity no nos hemos vuelto locos, pero el veganismo, como variable alimenticia, se extiende más allá del hecho de consumir unos productos nutritivos u otros. Y es que se suele decir que el amor no entiende de credos, sexos, razas o condiciones. ¿Pero distingue dietas y pensamientos gastronómicos?

Extrapolando lo que bien dijo Simone Weil, hay una “carne” que es común para todos: la que compone el cuerpo humano, que es capaz de atraer tanto a una persona hasta hacerle rozar la locura. Es por ello que desde Vegaffinity, y en relación a una serie de datos consultados y publicados en las últimas fechas, nos planteamos ciertas preguntas sobre las que nos gustaría que formaseis parte vosotros, los verdaderos involucrados en esta cuestión.

¿Puede un vegano estar con una persona omnívora?

Ciertos datos estadísticos confirman que no, o al menos así lo revelan diversas aplicaciones para encontrar pareja, que estudian con frecuencia los gustos de sus usuarios. Dichas apps han descubierto que un 56% de los veganos afirma que cancelaría una cita si supieran de antemano que el candidato a media naranja come carne. Una posibilidad que ha generado un nuevo término entre la masa social: el veganosexual o veggisexual, personas que abogan por las relaciones exclusivamente entre veganos.

No obstante, también esos potenciales pretendientes rehúsan en una importante medida a compartir su vida con un vegano, ya que el 34% no está dispuesto a salir con alguien que no consuma carne animal. Yendo más allá, parece que por amor se puede hacer prácticamente todo: dejar de fumar, cambiar algún defecto o dejar prácticas habituales a un lado por estar con quien más se quiere. Pero entre esas posibilidades no encontraremos el dejar de comer carne: un 74% de los omnívoros también asegura que el amor no les haría cambiar sus hábitos alimenticios.

Sin embargo, dentro del movimiento vegano no hay nada escrito sobre gustos. En un mundo libre, los hay que afirman que uno se debe a la coherencia y los veganos deben mantener relaciones con aquellos que compartan su mismo estilo de vida. Están convencidos de que no podrían hacer funcionar cierta afinidad con alguien que come carne, ya que el veganismo es parte esencial de su identidad.

Sin embargo, otros piensan que no tendrían ningún problema en comenzar una relación afectiva con un carnívoro, ya que creen que es necesario predicar con el ejemplo y no sermonear al susodicho.

Una explicación científica

Para intentar comprender científicamente el por qué de esta cuestión, nos remontamos a sus orígenes. El pensamiento ‘veggiesexual’ se origina a partir de un análisis realizado en Nueva Zelanda, donde su Centro de Estudios publicó el informe La sexualidad vegana: Desafío heteronormativo y masculinidad a través del sexo sin carne. Dicho estudio determinó la preferencia sexual influenciada por el veganismo, que supone un aumento de la probabilidad de atracción sexual hacia los que comparten las mismas creencias respecto la explotación de animales. Aunque también los hay que se sienten fuertemente atraídos por personas omnívoras, y rehúyen llegar más allá por el hecho de saber que sus cuerpos contienen sustancias derivadas de la muerte de un animal. Siendo claros, les gusta el envoltorio, pero no las partículas que conforman el contenido.

Nuestro debate plantea la siguiente cuestión. Siendo veganos, si os sintierais fuertemente atraídos por una persona tanto física como intelectualmente sin saber que es omnívora, ¿podríais llegar más lejos si os enteráis posteriormente de que no comparte vuestros hábitos alimenticios? Renunciar a unos cuantos principios por vivir una experiencia plena junto a la persona que siempre habíais estado esperando… o retirar vuestra candidatura más romántica por no compartir la misma dieta.

En conclusión, si la belleza seduce a la carne sea cual sea el componente proteico que la compone –animal o vegetal-, el alma probablemente no entienda de permisos y simplemente se deje llevar.