Reflexión
No vuelvas a pedirme respeto hacia tu "elección personal" mientras comas cadáveres de animales cuyas vidas no fueron respetadas.
No vuelvas a decirme que no soy tolerante, pues tú eres el intolerante con los animales.
Jamás me digas que me creo mejor que tú por no consumirlos, pues tú te crees mejor que ellos sólo por ser humano.
No vuelvas a llamarme radical ni extremista, pues la justicia no entiende de extremos.