Mi caso...
Llevo más de un año viviendo en Sinaloa. Quienes conocen este estado sabrán el tipo de vida y algunas costumbres -nefastas- propias de esta región. Hace poco fuimos con la orquesta de mi escuela a tocar a un municipio del estado. Tras un viaje de 3 horas y la mayoría sin haber comido antes, nos recibieron en un refugio previo a la tocada y nos dieron que comiéramos "carne en salsa roja con frijoles puercos". Fue tan desagradable cuando me quisieron obligar a comer los compañeros que no sabían e ignoraban mi estilo de vida.